top of page

A  través de sus actividades y participación activa en agrupaciones de artistas, LEM reconoció las siguientes necesidades de artistas activos (artistas en plena etapa de formación, artistas en etapa de creación, artistas interesados en la investigación LEM):

Se observa un gran deseo y vitalidad en gestionar proyectos en conjunto con una falencia en la posibilidad de capitalizar los procesos de investigación y una inconsistencia en el desarrollo de una línea de pensamiento práctico e intelectual sostenida en el tiempo. 

Se observa una tendencia en los artistas a mutar meramente en pos de lo que acontece momentáneamente, sin poder profundizar y resaltar las particularidades del proyecto individual de cada artista. Frente a la necesidad u obligación de nombrar y defender un punto de vista aparece un vacío de recursos, herramientas y la posibilidad de situar al trabajo propio dentro de un contexto cultural histórico más amplio. Existe una falta de valoración ó tal vez confusión frente a la posibilidad de invertir años de trabajo en una misma idea y práctica. Se observa una aparente urgencia por circular por varios espacios que no permite afianzar un lugar de pertenencia que ampare las curiosidades y estímulos de cada artista, al menos como punto de partida.

La situación local influenciada por una Universidad de las Artes que promueve una educación artística generalizada, no contempla el desarrollo de cada artista como único, genera una nivelación del conocimiento sin amparar las necesidades y características particulares de cada joven artista. No aparece en los trabajos de los graduados una insistencia en profundizar su particularidad. Por otro lado existe una tendencia, ya establecida y aceptada que consiste en formarse de manera itinerante y salteada. La experiencia en estudios independientes no ofrece un punto de referencia concreto y estable y genera una falta de continuidad en la práctica de aprehender y capturar los procesos de percepción, de ejecución, de evaluación y de observación que el joven practicante necesita para definir su hacer. 

Sin tener un punto de referencia ó límite aparente el practicante se encuentra siempre girando alrededor de su propio parecer. Su “propio parecer” alimentado por un rejunte de discursos prácticos y teóricos que no logra captar para luego modificar/profundizar su comportamiento y así ampliar y desarrollar su propio modo. 

 

A esto se suma un contexto socio-económico que tiñe fuertemente los parámetros de los modos de producción. Esto sucede porque las metodologías de creación cambian rápidamente, debido a recesiones financieras, políticas culturales, falta de recursos económicos, y a los intereses de los propios artistas. 

 

En respuesta LEM siempre busca albergar a aquellos artistas que estén interesados en relacionar y aplicar sus investigaciones y producciones.

bottom of page